La historia se repite una y otra vez, te miras al espejo, prometes que esta vez vas a hacer diferente, que esta vez tú si vas a cambiar, que esta vez los hábitos te van a durar un montón, sin embargo, meses después te encuentras exactamente en el mismo lugar, yo leo y leo y estudio, y entre las cosas que aprendí en estos días, me encontré con un estudio reciente la universidad de Harvard, que reveló, yo creo que por intuición todos sabemos que el 92% de los propósitos de cambio fracasan.

No es porque la gente no intente, de hecho la mayoría de las personas que fracasan en sus intentos de cambio, son las que más se esfuerzan, piensa en tu propia vida por un momento, cuantas veces tú has intentado cambiar algo, cuantos lunes empiezas  con una determinación renovada, cuántos libros, seminario y desarrollo personal has consumido.

La cultura moderna te ha vendido una gran mentira, te ha hecho creer que con suficiente determinación, suficientes hábitos, suficiente disciplina, eventualmente te vas a convertir en esa versión ideal de ti misma que tú tanto anhelas.

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Hoy te revelaré una verdad, que va a revolucionar completamente la forma de ver la transformación personal, el problema no es que no te esfuerces lo suficiente, el problema es que has estado intentando ser mejor cuando Dios te diseño para ser nueva, esta distinción es crucial, no es una cuestión de semántica, es la diferencia de pasar toda tu vida escuchando por cambiar  y experimentar una verdadera transformación desde adentro hacia afuera.

Lo que Dios ha puesto en tu corazón para ti en este episodio es demasiado, te voy a hablar en la trampa de creer en la automejora, de porque fracasas en los intentos de mejorar en poder de tu nueva identidad, de lo que es la evolución de la renovación, y te daré cinco pasos de acción rápida para que dejes de intentar ser mejor y para que seas una nueva mujer de una vez y por todas.

 Este episodio no tengo más remedio que dividirlo, así que hoy vamos a comenzar con explicarte cuál es la trampa de ese pensamiento de automejora, y terminaré por ayudándote a entender el poder de tu nueva identidad.

¿Sabías tú sabemos que el 92% de los propósitos de cambios fracasan? ¿Te has preguntado alguna vez cuanto genera la industria del desarrollo personal? ¿Me creerías si te dijera que Dios dice que necesitas una naturaleza completamente? ¿Conoces tú que la verdadera libertad llega cuando dejas de intentar ser una mejor versión de tu viejo yo y  empiezas a vivir desde la nueva naturaleza que ya tienes en Cristo Jesús?

Te has preguntado si tienes la capacidad de responder con toda seguridad estas preguntas. Me gustaría leer tus respuestas a estas preguntas, en la caja de comentario.

Terminando con lo anterior, continuemos nuestra lectura.

Te cuento que la industria del desarrollo de personal genera más de once billones de dólares al año, vendiendo la idea de que puedes convertirte en una mejor versión de ti misma, te dicen que si sigues los pasos correctos, que si desarrollas los hábitos correctos y si usas las técnicas correctas eventualmente tú te vas a transformar, aquí está el problema fundamental están tratando de mejorar algo que Dios quiere hacer nuevo.

Es como reparar un teléfono roto, cuando lo que necesitas es un modelo nuevo, cuando lees Ezequiel 36:26 “Les daré un corazón nuevo y le pondré un nuevo espíritu dentro de ustedes, quitaré de ustedes el corazón de piedra y les daré un corazón de carne” notas que Dios no dice voy a mejorar tu corazón actual, tampoco dice voy a pulir tu espíritu existente, dice que te dará algo nuevo, un nuevo corazón, un nuevo espíritu.

Esa promesa es revolucionaria que desafía completamente el paradigma moderno de la automejora, la cultura te dice que tú necesitas construir sobre tus fortalezas existentes, Dios dice que necesitas una naturaleza completamente nueva, piensa en la metamorfosis de la oruga, la oruga no se convierte en mariposa mejorando sus habilidades  de oruga, no toma un curso de como ser una mejor oruga, o leer libro sobre las siete habilidades  de la oruga altamente efectiva.

La oruga experimenta una transformación total de su naturaleza, esa es la diferencia fundamental entre modificación  y transformación, la modificación trabaja desde afuera hacia adentro, la transformación opera desde adentro hacia afuera, cuando intentas modificar tu comportamiento según la transformación interior, si tú no buscas esa transformación interior es como pintar un carro que está totalmente oxidado, puede ser que se vea mejor por fuera, pero los problemas fundamentales siguen estando en el mismo lugar esperando para manifestarse nuevamente.

Es por esto que tantas personas pueden mantener un cambio durante algunas semanas o meses, pero eventualmente regresan a sus viejos patrones, están tratando de sostener una modificación externa cuando lo que necesitan es una transformación interna, la trampa de la automejora es que te mantiene enfocado en lo que tú puedes hacer para cambiar, en lugar de enfocarte en lo que Dios hizo para transformarte, te mantiene en un ciclo interminable de esfuerzo y fracaso, porque estás tratando de mejorar una naturaleza que Dios nunca tuvo la intención de mejorar.

2 Corintios 5:17 “Si alguno está en Cristo nueva creación es, las cosas viejas pasaron y aquí todas son hechas nuevas” este versículo no es una sugerencia, es una declaración  de identidad, no dice que eventualmente serás una nueva creación si te esfuerzas, pues NO, dice que ya eres una nueva creación en Cristo.

La verdadera libertad llega cuando dejas de intentar ser una mejor versión de tu viejo yo y  empiezas a vivir desde la nueva naturaleza que ya tienes en Cristo Jesús, no necesitas más fuerza de voluntad, necesitas más revelación de quien realmente eres, la neurociencia ha descubierto algo fascinaste sobre el cambio de comportamiento.

Tu cerebro tiene aproximadamente 86 billones de neuronas y cada vez que repites un pensamiento o una acción estas neuronas crean conexiones más fuertes, es como si crearan 

autopistas  neuronales, para esos patrones de pensamientos y de comportamientos aquí está el problema, tú has pasado años, años y años, quizás décadas construyendo autopista neuronal, basadas en tu vieja naturaleza, has creado patrones profundamente arraigados de pensamientos y comportamientos que están literalmente metidos en tu cerebro.

Es por esto que la fuerza de voluntad te falla, no estás simplemente tratando de cambiar un hábito, estás luchando contra toda una red neurobiológica que has construido a lo largo de toda tu vida, es como tratar de desviar un río que está fluyendo en la misma dirección durante décadas.

Pablo entendía esta lucha íntimamente, Romanos 7:15-20 “No entiendo lo que me pasa, no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco, porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo” probablemente estas expresiones de pablo a ti te suenan familiares, es la batalla de tu deseo de cambio y tus patrones que están ahí arraigados, entre lo que sabes que deberías estar haciendo y lo que terminas haciendo, entre tus intenciones y tus acciones.

El problema no es falta de conocimiento tú sabes lo que no debes hacer, tú sabes lo que no debes comer, tú sabes lo que no debes hablar, tú sabes con la gente que no te debes de juntar, sabes lo que no deberías hacer, el problema no es falta de deseo tú quieres cambiar, el problema es que estás tratando de superar una programación neurológica profunda con pura fuerza de voluntad, es como tratar de borrar un disco duro simplemente deseando que la información desaparezca y no funciona de esa manera.

Necesitas un nuevo sistema operativo completo, esto explica por qué los cambios basados en la modificación de conducta generalmente son temporales, podrías forzar un nuevo comportamiento por un tiempo, pero eventualmente, pero tu cerebro va a volver a los patrones establecidos, es como estirar una banda elástica, puedes mantener estirada por un tiempo, pero en el momento en que te cansas o te distraes y las sueltas y vuelves a su posición original.

La única manera de cambiar la forma de esa banda elástica es aplicando calor, es transformándola desde adentro  hacia afuera, aquí está la buena noticia, Dios no está tratando de estirar tu banda elástica, está intentando en transformarla completamente, Romanos 12:2 “No sé conforme a este siglo, sino que transformaros mediante la renovación de su mente” la palabra griega para la transformación es la metamorfosis, la metamorfosis no habla de mejora gradual, habla de transformación total.

PODER DE LA NUEVA IDENTIDAD.

En Cristo, tú no eres una pecadora tratando de ser santa, tú eres una santa aprendiendo a vivir en su verdadera identidad y esta distinción parece semántica, pero no lo es cambia todo cuando lo ves desde este punto de vista, cuando tú entiendes esto la transformación deja de ser algo que tú tienes que lograr y se convierte en algo que tú tienes que descubrir, tú no estás tratando de llegar hacer algo, estás aprendiendo a ser quien ya tú eres en Cristo Jesús.

1 Pedro 2:9 “Más vosotros sois  linaje escogido real sacerdocio, nación sata, pueblo adquirido por Dios, todo ese tiempo verbal soy s, no seréis” es como una princesa que fue robada al nacer y criada por mendiga, ella vive aquí como mendiga, piensa como mendiga, actúa como mendiga, pero su problema no es que necesite convertirse en princesa ya es una princesa, su problema es que está viviendo sin el conocimiento de su verdadera identidad.

 De la misma manera tu lucha no es convertirte en una nueva creación, ya eres una nueva creación en Cristo, tu lucha es aprender a vivir desde esa identidad, esto explica por qué tantas mujeres cristianas viven en un ciclo constante de derrota, están tratando de comportarse como nuevas criaturas, sin realmente creer que ya lo son, están actuando un papel en lugar de vivir desde una identidad.

Cuando realmente entiendes y aceptas tu nueva identidad en Cristo, la transformación se convierte en algo natural, o es forzado es como un árbol de manzana, no tiene que esforzarse para producir manzana, las produce naturalmente porque esa es su naturaleza, Efesios 2:10 “Eres hechura suya, creada en Cristo Jesús” y la palabra griega para hechura es POIEMA de donde obtenemos la palabra poema.

Tú eres la obra maestra de Dios, tú eres su poema viviente, entiendes lo que esto significa, tú no estás tratando de convertirte en una obra maestra, ya eres una obra maestra que está siendo revelada, la gracia hace algo que la fuerza de voluntad nunca podrá hacer te da una nueva naturaleza, tú no estás tratando de cambiar quien eres, estás descubriendo quien realmente has sido todo el tiempo  en Cristo.

Cuando lázaro fue resucitado, no necesitaba clases para aprender a estar vivo, no necesitaba doce pasos para dejar  de estar muerto, solo necesitaba responder al llamado de Jesús y salir de aquella tumba, de la misma manera tu transformación no depende de tu capacidad para cambiar, depende de tu disposición  para vivir desde la nueva vida que ya tienes en Cristo.

Tres grandes verdades transformadoras.

º1 la trampa de la auto mejoran, te mantiene en un ciclo interminable, persiguiendo una versión mejor de ti misma, cuando Dios quiere darte una versión completamente nueva.

º2 tus intentos de cambios fracasan, no por falta de esfuerzo, sino porque estás tratando de vencer con pura fuerza de voluntad una programación neurológica que lleva años establecidas, es como intentar desviar un río con tus propias manos.

º3 en Cristo no eres una pecadora tratando de ser santas, eres una santa tratando de vivir su verdadera identidad, no necesitas convertirte en una obra maestra, ya eres una obra maestra que está siendo revelada.

Por último, me gustaría agradecer a toda esas mujeres, que decidieron invertir un par de minutos de su vida leyendo.