En el episodio anterior aprendimos que para criar hijos con valores cristianos en un mundo secular necesitamos cultivar su asombro con Dios, filtrar sabiamente sus influencias, enseñarles la obediencia como un escudo de bendición, rodearlos de amistades que edifiquen y moldear su dominio propio en todas las áreas.

Que claves tan poderosas y transformadoras, Dios no nos ha dejado sin esperanza ni ayuda, en su palabra encontramos principios eternos y prácticos para criar a nuestros hijos en los caminos de Dios en medio de esta cultura que le dice lo contrario.

Escucha el episodio Completo Aqui!

En este episodio vamos  a continuar  explorando cinco claves más que también son poderosas para criar a tus hijos con valores cristianos en esta sociedad tan secular, hoy tengo igual mucho  contenido para ti, peor si no has escuchado el episodio 220 tienes que ir a escucharlo y luego te vienes a este episodio para que tomes la continuación.

Yo reconozco que las madres podemos sentirnos sola, abrumadas en este viaje, pero quiero recordarte que no lo estás Dios está contigo en cada paso, mi objetivo en cada y todos los episodios es que puedas crecer e impactar y en estos dos episodios el impacto es sobre nuestro tesoro más precioso que puede tener una mujer sus hijos.

Lo que vas a aprender va a marcar la diferencia entre hijos que sucumban a la mundanalidad o hijos que brillen para Cristo en medio de esta generación.

¿Sabías que ser diligente es el secreto del éxito verdadero? ¿Me creerías si te dijera que Dios honra y bendice aquellos que son fieles  y aplicados en sus responsabilidades? ¿Eres de las madres que  hablan a sus hijos incesantemente de la palabra de Dios?  ¿Sabías que el poder de las palabras molda destinos, construye o destruye? ¿Me creerías si te dijera que  el  guardar la pureza sexual y reservar la intimidad es el sagrado pacto matrimonial? 

Te has preguntado si tienes la capacidad de responder con toda seguridad estas preguntas. Me gustaría leer tus respuestas a estas preguntas, en la caja de comentario.

Terminando con lo anterior, continuemos nuestra lectura.

Clave 6º

La diligencia, el secreto del éxito verdadero.

Los hijos trabajadores son hijos  triunfadores, siembra hoy cosecha mañana es una de las cosas más importante que tú le puedes enseñar en una sociedad que premia el camino fácil, el éxito instantáneo muchos jóvenes crecen con una mentalidad de derecho y de pereza, esperan que todos sea en bandeja de plata rehúyen al esfuerzo y a la responsabilidad, pero esta actitud solo los lleva a fracasar y a frustrarse.

La Palabra de Dios, en cambio, está llena de exhortaciones al trabajo duro y la diligencia. “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas” (Eclesiastés 9:10). “El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Más el alma de los diligentes será prosperada” (Proverbios 13:4). Dios honra y bendice a aquellos que son fieles y aplicados en sus responsabilidades

Dios honra y bendice aquellos que son fieles  y aplicados en sus responsabilidades, como madre tenemos que infundir como hijos fuerte sentido de valor al trabajo, asignémosle tarea en el hogar desde pequeñitos, enséñales a ver sus estudios como su principal responsabilidad, animémoslo a enseñarles a ahorrar y administrar bien su dinero, celebremos sus esfuerzos no tan solo sus logros, hablémosle de que como su trabajo es una forma de servirle a Dios y al prójimo.

Los hijos que aprenden a trabajar arduamente y son responsable desde la niñez, adultos exitosos y fructíferos, siembra estos hábitos en ellos hoy, para que coseches grandes recompensa mañana.

Clave 7º

El poder de las palabras molda destinos, construye o destruye.

Tus palabras que son veneno o miel, tus palabras determinan la trayectoria de la vida de tus hijos, las palabras tienen un poder increíble para bendecir o para maldecir, para sanar o para herir, para dar vida o para dar muerte, en un mundo donde la grosería, el sarcasmo, la crítica son la moneda corriente, nuestros hijos necesitan desesperadamente aprender el arte de la comunicación redentora, Santiago 3:9-10 nos advierte: “Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.

Hermanos míos esto no debe de ser así; nuestras palabras rebelan el todo de nuestro corazón y tienen el poder de influir poderosamente en aquellos que nos rodean para bien o para mal, enséñales a tus hijos a usar sus palabras para edificar, para ayudar, para bendecir a otros, corrígelos cuando hablen con rudeza, cuando hablen con sarcasmo, anímalo a expresar gratitud, aprecio regularmente, muéstrale como pedir perdón, resolver conflictos de manera constructiva, que tus palabras hacia ellos sean de afirmación y no de crítica.

Tus hijos van a enfrentar muchas voces destructivas en su camino, que tus  palabras sean un constante recordatorio de las palabras bien habladas para transformar e influir en este camino, que su hablar sea siempre con gracia.

Clave 8º

Un amor que espera la mejor preparación para el matrimonio.

Solteros victoriosos producen matrimonios gloriosos y eso es una receta  infalible para familia saludable, para una familia saludable, vivimos en una cultura que ha devaluado el matrimonio, ha glorificado las relaciones improvisadas, muchos jóvenes llegan al altar arrastrando un pasado de promiscuidad y corazones rotos, que pasan factura en su capacidad de amar y comprometerse de por vida, pero Dios tiene un plan mucho mejor para nuestros hijos, él nos manda a guardar la pureza sexual y reservar la intimidad para el sagrado pacto matrimonial.

“Que el matrimonio sea honorable en todos y en lecho, sin mancilla; pero  a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios” eso dice Hebreos 13:4 esperar a la persona correcta en el tiempo correcto es lo correcto para un matrimonio bendecido y dichoso.

Ora desde ahora por el futuro cónyuge de tus hijos, háblale del maravilloso plan de Dios para el matrimonio, ayúdales a poner límites sabios en sus relaciones, infúndeles  el valor de esperar, sé un modelo de amor sacrificial y fidelidad en tu propio matrimonio, rodéalos de ejemplos de parejas correctas que estén viviendo un compromiso matrimonial  con integridad y con alegría, enséñales a poner su confianza en Dios respecto a su futuro y a su futura pareja.

Amar verdaderamente es saber esperar al compañero  que Dios tiene preparado sin apresurar sus perfectos planes para los solteros y para nuestra vida son de victoria, porque solteros victoriosos van a hacer cónyuges ejemplares, vale la pena esperar por lo mejor.

Clave 9º

Amar es servir la marca del verdadero cristianismo.

Solo para valientes es el gran reto como Cristo amo en un mundo cada vez más egoísta e indiferente al sufrimiento ajeno, levantar hijos con un corazón compasivo y servicial puede parecer nadar en contra de la corriente, es mucho más fácil enfocarse en nuestras necesidades y deseos que enseñarle a estar atentos a las carencias de los demás personas.

Es un reto que los padres cristianos no podemos eludir, la biblia nos recuerda que la esencia de seguir a Cristo es el amor abnegado, nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos, nuestro amor tiene que ser práctico, visible en obras de misericordia y servicios, predica a tus hijos el evangelio de un salvador que vino no a ser servido, sino a servir y a dar su vida.

Busca oportunidades para servir en familia a los más necesitados, háblales de las necesidades de otro y oren juntos de cómo pueden ayudar a esa persona, animales a usar dones y talentos para el bien de su prójimo, que vean en ti un modelo permanente de generosidad y empatía hacia los demás, desafíalos a vivir cada día la regla de oro de tratar a otros como quieres que sean tratados.

Amar como Cristo a amo no es para cobardes, es la marca que va a distinguir  a tus hijos como seguidores genuinos de aquel que nos amó hasta el fin, que sean de estos valientes que impactan al mundo con audacias obras de amor y de servicios.

Clave 10º

Más que mil palabras, es el poder de tu ejemplo.

Madre tu vida es el mensaje más fuerte que tus hijos jamás van a escuchar, podemos hablar a  nuestros hijos incesantemente de la palabra de Dios, podemos educarnos en los más nobles principios, pero si tu vida no respalda los que sale de tu boca, todo va a ser en vano, jamás subestimes el poder de tu ejemplo para bien o para mal en el corazón de tus hijos.

Una y otra vez las escrituras enfatizan la importancia de moldear con nuestras acciones, lo que profesamos creer, dice la biblia, 1 Corintios 11:1 “Sé imitador de mí como yo de Cristo” la biblia dice 1 Juan 3:18 “Hijos míos no amemos de palabras ni de lengua sino de hecho y en verdad”. Tus hijos van a aprender mucho más de tu carácter y tus decisiones diarias que de los sermones más elocuentes que pueda predicar el mejor pasto sé intencional en vivir de una manera que horre a Cristo frente a tus hijos, que vean en ti integridad aun cuando nadie más esté mirando, que sean testigo de tu fidelidad en los detalles pequeños, que escuchen tus oraciones fervientes y contemplen tu amor apasionado por la palabra, que reciban de ti perdón, gracia cuando ellos fallen, que te observen amar y servir sin esperar nada a cambio, sé real acerca de tus luchas, pero déjale ver que tu esperanza y gozo están justos en el señor.

No olvides nunca que el mensaje más poderoso y más persuasivos que tus hijos van a escuchar sobre lo que significa seguir a Jesús es el mensaje de tu propia vida, predícale el evangelio y no olvides de vivirlo también frente a ellos, será tu mejor herencia.

Quiere que te tomes un momento para reflexionar sobre la diligencia que bendicen, pureza en las relaciones, servicio abnegado y el poder de tu ejemplo, piensa con estas áreas se manifiestan hoy en tu hogar, que aspectos necesitan más atención y más esfuerzo tuyo, elige una de estas claves y conviértelas en tu enfoque especial, si sientes que necesitas trabajar en el área de la diligencia establece una nueva rutina, proponte cada día afirmarlos verbal y conscientemente.

Lo importante es dar pasos concretos, aunque digas que puede ser pequeño, si van hacia el camino correcto, recuerda que la consistencia en el tiempo es más poderosa que los grandes gestos esporádicos, note abrumes, pero sí comprométete en crecer cada día en dar el corazón de tus hijos para Cristo.

No olvides el poder de la oración, mientas implementas estos cambios, exclama a Dios y pide sabiduría, gracia, transformación, pídele que obre en tu corazón  y en el de tus hijos, porque con Dios nada es imposible, 

Por último, me gustaría agradecer a todas esas mujeres, que decidieron invertir un par de minutos de su vida leyendo.